miércoles, 25 de noviembre de 2009

LA PENA DE MUERTE



Actualmente es muy discutido el tema de la pena de muerte, la cual consiste en la ejecución de una persona humana por parte del Estado, como castigo por un delito; lógicamente tiene muchas controversias, es decir quienes están a favor y quienes están en contra. La polémica generada frente a este tema es muy debatido para mi parecer estoy en contra de la pena de muerte.

Asimismo considero que el criterio del “ojo por ojo, diente por diente”, es decir, en retribuir el daño causado con ese mismo daño. Según esta lógica, un asesinato ha de ser retribuido con la ejecución y un violador debería ser violado. Desde este punto de vista se debe rechazar este criterio la cual trae solamente más daño y más violencia. Haciendo mención que la ética del amor nos lleva siempre a renovar nuestra esperanza y convicción que la redención y la reivindicación son posibles.

Creo conveniente que la pena de muerte para los violadores tendrá un incentivo más para matar a su víctima, muchas veces es más difícil pillar a un asesino que a un violador, y de todas formas, más pena que la muerte no recibirá. Por ello muchos violadores matan por miedo a que testifiquen en su contra, sabiendo que ambos delitos tiene la misma pena, la cual el violador tendría más razones para asesinar a su víctima puesto que sabe que la pena no variará.

Sin importar las circunstancia por las cuales se haya cometido dicho acto. Toda persona sigue teniendo un potencial enorme. Como lo tienen todas las personas. Un ejemplo es “de un padre evangélico que en su juventud asesino a su esposa habiendo firmado un seguro de vida días antes. De esa manera obtuvo todos los beneficios del caso. Al poco tiempo fue condenado por el delito y paso 15 años en la cárcel. Fue ahí donde termino un estudio de teología y fue reintegrado a la sociedad. Hoy en día existen muchas quejas en contra de su función dentro de la iglesia pero en mas de 20 años no ha habido quejas en contra de su conducta, es mas, mucha gente lo valora por ser un apoyo emocional habiendo tenido un pasado oscuro.” Esto nos enseña de que si es posible reintegrar a un delincuente a la sociedad, ya que todas las personas siempre merecen una segunda oportunidad.

De esta manera creo que la pena de muerte de ahuyentar a posibles futuros delincuentes es endeble en tanto no existe estudio que demuestre que, en países con pena de muerte, el índice de asesinatos sea menor.

Por otro lado, tenemos el punto de vista de la Iglesia Católica, la cual nos expone que “es necesario proponerse la recuperación del culpable”. La cual considero que seria una mejor alternativa antes de recurrir a la pena de muerte, ofreciendo la posibilidad de permanecer todavía en vida para salvarse, sino aplicando un castigo más grave para el culpable e incluso una pena mas proporcionada a la gravedad del delito antes que una muerte sufrida en pocos instantes. Es preciso recordar que sólo Dios es dueño de la vida y de la muerte. La vida humana es sagrada, porque es puesta bajo la soberanía de Dios y, por tanto, libre de cualquier poder humano. No sólo la vida del inocente, sino también la del delincuente, goza de la protección de Dios, como ha mostrado Dios mismo cuando intervino a favor de Caín evitando que se le diera muerte (Gen4, 14-15). Dios no quiere la muerte del pecador sino que cambie de conducta y viva.

Establezco que la pena de muerte ignora totalmente el concepto de rehabilitación. Como cristiana comprometida con nuestro fundamento de fe, siempre tengo la esperanza en la redención y en la conversión de toda persona. Todo método que cierre esta posibilidad al arrepentimiento no puede ser parte de nuestras propuestas que buscan seguridad con justicia, arrepentimiento y perdón.

La pena de muerte no debe ser tomada como una opción de venganza personal. Oponiéndome a que el estado se transforme en un instrumento de ello. Para la víctima o sus familiares, siendo comprensible que quieran la muerte para el agresor, no significa que sea aceptable. Por ello el mayor castigo sería una cadena perpetua, la cual no estaríamos yendo en contra de un derecho.

Para concluir debo decir que el castigo justo respecto al derecho a la vida y la integridad física y moral del delincuente sería aplicándole un castigo mayor por el delito que haya cometido. Para que de esta manera el criminal reflexione y pueda reintegrarse a la sociedad. Aludiendo que nadie tiene el derecho de quitar la vida a nadie porque solo Dios nos la da y Dios nos la puede quitar, nosotros sólo somos administradores más no dueños.

RAMÌREZ SOLÒRZANO TATIANA

2 comentarios:

  1. Pues claro nadie decide sobre la vida, quien puede segir viviendo y quien no, pero no voy a negar que algunas veces hay casos muy extremos en el que daría ganas de que apliquen dicha pena, pero pues pensando mas tranquilamente y teniendo cuenta a nuestro dios padre y señor, Pues como lo refieres en tu articulo, se le deberia dar un castigo mas grave, en el cual pueda tbm reflexionar..
    Por otra parte, talves a mi oinion seria mejor que a los delincuentes se les de en ves de unos años de encierro con todo gratis, encierro pero con unas horas en las que vigilados realizen labor social, deberian ayudar a mejorar el pais al = como la empeoran cometiendo fechorias, deberian hacerles que limpien paredes, tbm trabajen en obras para beneficio de la sociedad, y asi en ves de estar solo encerrados, hacer algo productivo para el bien comun.

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  2. yo estoy deacuerdo con la pena de muerte a los violadores, es algo completamente inhumano como puedes abusar de bebes o niños de 4 o 6 años, y parq que luego salgan libres por "buena conducta" o solo xq la ley (permiteme decirte que nos gobiernan estupidos que no respetan ni ellos las leyes) es muy flexible. Me gusta como haz defendido tu punto de vizta. excelente tema

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